domingo, 30 de noviembre de 2008

Las mil verdades .

Quiero gritar y que nadie me escuche,
lanzar las mil verdades al cielo,
y romper con las reglas,
y volar alto y hacer lo que quiero,
ver, tocar, gritar, llorar, reir.
Vivir feliz, en un lugar lejos
pero cerca, cerca de todo
y volar alto y hacer lo que quiero.

Me cansé, del mundo y sus contradicciones,
de las injusticias, las tristezas,
las maldades, las heridas,
el sufrimiento, me cansé.

Me cansé de los pensamientos del otro,
de las cosas con maldad,
de las venganzas, del rencor, de pensar en uno solo,
del egoismo, de la infidelidad, de la MALDAD.

¿Y por qué seguimos así,
no nos damos cuenta que nos estamos equivocando?
Siempre todos la razón queriendo tener
nunca nadie mira lo que es,
siempre buscando más y más.

¿Por qué?

No es una poesía ni mucho menos, pero es lo que tengo guardado, o al menos un poco de lo que tengo guardado adentro desde hace ya mucho tiempo.

MUNDO NOS ESTAMOS HACIENDO MAL.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Ser humano.

La espontaneidad de las cosas, el destino. Qué cosa más complicada. Cuando nos encontramos en una situación límite nuestras reacciones, nuestras decisiones, ¿Hacia dónde vamos?
Manejar la mente es algo por lo que peleamos. Nuestra propia mente nos dirige, y al fin de cuentas lamentamos no hacerlo nosotros con ella. ¿Por qué no podremos controlarla y pensar fríamente? Los impulsos son los más sinceros. (¿Lo son?)
Y cuando la mente te maneja y los atrapa, cuando a pensar las cosas el doble y no permite dejar que todo pase como tenga que pasar, ¿Qué tendremos que hacer? Es una lucha interna entre vos y vos.
Serán signos de la edad, otro de los "componentes del ser humano", lo que nos hace diferentes a otros seres. Podrían ser la gracia de la vida, el motivo por el cual la vida se torna entretenida.
¿Y si las cosas se preparan antes de que pasen? La mente adelanta lo que vendrá y toda la magia del destino, de las cosas repentinas, se va, así como si nada. Cuando nos pasa eso ya nada es real. Es vivir en un mundo de película, en una vidriera, expuestos a ojos ajenos constantemente. ¿Ajenos? No, casi siempre son de uno.
Todo parte de ahí, nadie nos mira, nosotros mismos vivimos mirándonos. Nunca nos contentamos con la simplicidad de nuestra alma, que en realidad deja de ser simplicidad y nos hace grandiosos, únicos e irrepetibles. Siempre buscando más, más grandeza, preferimos no parar, herirnos, preferimos ser controlados por la mente. Tal vez sea éste otro "componente del ser humano".
¿Qué nos lleva a todo eso? ¿Para quién tenemos que ser ideales y perfectos?

domingo, 2 de noviembre de 2008

Miedos.

¿Qué es el miedo? Saber lo que es un miedo nos puede abrir la puerta para entender qué parte ocupa en nuestra vida. Un miedo, ¿una estaca?, ¿un impulso? Muchas veces los usamos de diferentes formas, pero cuando finalmente lo enfrentamos, a la larga nos damos cuenta que nos hace más fuertes. El miedo es otro de los componentes del ser humano, sin él, el mundo sería muy distinto.
Si nos ponemos a pensar en profundidad, el miedo, es sólo algo que está presente en nosotros, y en cada uno es diferente. Hay miedos que son grandes palas que arrastran todo, y cuando nos damos cuenta, ya es tarde. (Aunque al fin de cuentas, ¿cuándo es tarde?) Otros miedos, nos llevan a encontrarnos con nosotros mismos y replantearnos muchas cosas, son miedos que tienen resultado positivo, miedos que nos llevan a hacer cosas que creemos incapaces de hacer, sin emabrgo, con el miedo, podemos.
El miedo cambia, lo podemos modificar; se hace chico, se hace grande, desaparece, vuelve a aparecer. Y están en nosotros esos cambios, no dependen de nadie más. Es ahí cuando más nos duelen, cuando se tornan difíciles y poderosos. Es ahí cuando nos juntamos de fuerzas e intentamos combatirlos.
Es imposible luchar contra un miedo si pensamos que no vamos a lograrlo, es algo que no sólo pasa con los miedos, si no en todos los aspectos de la vida. Podemos temer a muchas cosas, pero si no nos proponemos, o si no nos mentalizamos en salir victoriosos, nunca vamos a terminar con eso. Transformándolo en desafío, haciéndo de él una meta personal, impulso para hacer muchas cosas, es factible que nos resulte algo fructífero. No podemos dejarnos vencer por el monstruo que nosotros mismos creamos. ¿Vamos a dejar que un miedo nos detenga?