martes, 18 de agosto de 2009

Vacío.

Se despierta y nada lo impulsa a respirar. Es una de esas ocasiones que se están repitiendo, teme poder olvidar. Aprieta los ojos con una fuerza extraordinaria, pero no duele, se deja llevar. Despierta vacío.
La secuencia se repite, es constante. Despierta, cierra los ojos, y aún con el deseo inmenso de parar toda clase de tiempo y espacio, debe continuar. Se siente vacío.
Comienza así cada día, con la esperanza de alcanzar aquello que ve tan lejos de él. Calzarse las medias, ponerse el pantalón y salir le resulta tan agotador como vivir. Comienza vacío.
La interacción con los demás lo regresan a un extraño tipo de realidad. Aún de esta manera, aprieta sus ojos de vuelta, porque prefiere volver a empezar. Y así pasan las horas. Grises manchas ante su mirada, y puede sentir cada segundo escurriéndose de sus manos, el tiempo se le va. Siente el vacío.
Cuando termina el día se pone a pensar. En una de aquellas quiso imaginar, se esmeró en ponerle sentido a lo vivido, lástima, estaba vacío.

martes, 11 de agosto de 2009

Suele pasar.

Se mentía a sí mismo,
Mas bien él sabía,
Que no cambiaría su destino
Y su mentira se creía.

Grandes pasos avanzaba,
Enormes otros retrocedía,
Esta vez los ojos no abría:
Nunca nada cambiaría.

Los días no pasaban,
La sangre no corría,
Sus venas siempre esperaban,
Necesitaba algo de alegría.

Eran todos el día,
En todos volvía a empezar,
Sus ganas florecían,
Pero sus fuerzas comenzaban a fallar.

Creó así un pequeño escondite,
En cada palabra lo hacía,
Todos decían “, miente”
Él aún no lo creía.

Abrió los ojos una vez,
Se asustó y comenzó a correr.
Volvió a caer en la realidad,
Esa que lo envolvía y nunca le reía.

Del bolsillo sacó felicidad,
Del corazón su valentía,
Disolvió la realidad en sueños,
Eran los únicos que podían,
Grandes y pequeños,
Todos se esparcían.

Hoy de esos se alimenta,
Con ellos siempre vuela,
Ya no quiere mirar atrás,
(Hoy teme volver a empezar).