viernes, 4 de noviembre de 2011

De repente todo se vuelve extraño, paralelo. No fluye junto al tiempo, anda fuera de él. En intentos por pertenecer retrocede la conexión. No halla un fin, no recuerda la causa. Se sacude entre fuertes tormentos que con la mente fabrica. El pasado por su esencia, lo mejor. Pura hipocresía de recuerdo borroso. Se entristece al ver escurrirse sus esfuerzos por la alcantarilla. Una locura auto-destructiva que nada comprende de errores va envenenando las raíces que mantienen con vida su cuerpo. Recurre a extremos peligrosos. En el juego de los días apuesta mucho, quiere ganar pero cae en la realidad de que en ese juego no se gana. Vuelven las apuñaladas.

De la montaña el agua cae.
Tiene que parar en el mar.