Me convertí en un error de imprenta, un libro cuyas únicas páginas vienen repetidas. Mi despertar es volver a saludar al día anterior, y al anterior a ese. Respirar es sentir aromas viejos. Con el pasar del tiempo me creo poseedora de pensamientos y acciones ajenos. Errada voy pensando en la posibilidad de controlarlos. Constantemente grito, escupo, toso más bien. Sin consentimiento -o tal vez todo lo contrario- busco todo tipo de oportunidades para acercarme desde cualquier ángulo a mi objetivo.
Mi anhelo más profundo es poder desencadenarme, sin embargo me lo han advertido... Sigo alejándome, sigo acercándome. Todo cambió y nada cambió...
El otro amor.
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Dicen que a lo largo de nuestra vida, tenemos dos grandes amores; uno con
el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus
hijos…...
Hace 11 años
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