martes, 11 de agosto de 2009

Suele pasar.

Se mentía a sí mismo,
Mas bien él sabía,
Que no cambiaría su destino
Y su mentira se creía.

Grandes pasos avanzaba,
Enormes otros retrocedía,
Esta vez los ojos no abría:
Nunca nada cambiaría.

Los días no pasaban,
La sangre no corría,
Sus venas siempre esperaban,
Necesitaba algo de alegría.

Eran todos el día,
En todos volvía a empezar,
Sus ganas florecían,
Pero sus fuerzas comenzaban a fallar.

Creó así un pequeño escondite,
En cada palabra lo hacía,
Todos decían “, miente”
Él aún no lo creía.

Abrió los ojos una vez,
Se asustó y comenzó a correr.
Volvió a caer en la realidad,
Esa que lo envolvía y nunca le reía.

Del bolsillo sacó felicidad,
Del corazón su valentía,
Disolvió la realidad en sueños,
Eran los únicos que podían,
Grandes y pequeños,
Todos se esparcían.

Hoy de esos se alimenta,
Con ellos siempre vuela,
Ya no quiere mirar atrás,
(Hoy teme volver a empezar).

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