La caja.

A veces, necesita un abrazo,
una mano, que hagan algo por él.
Quiere que reconozcan su esfuerzo,
que vean las cosas que dedica, que sacrifica,
por ayudar a los demás.

Cuando le falta cariño, se pone a pensar
y dice: ¿qué estoy haciendo mal?
Su conciencia no es más que un mar,
preguntas habitan la mente, le duele.

Empieza a doler sufrir, empieza a molestar
VIVIR. Cuando los demás no ayudan, empeoran.
Y acá él se da cuenta, que todo empieza de nuevo.
Más sufrimiento, más tristeza, menos amor.

Empieza a necesitar un abrazo, una mano,
que hagan algo por él. Pero esta realidad
no le gusta e intenta buscar nuevas formas
para SER FELIZ, otra vez.

Buscaba hablar con ¿nadie?, pero en el transcurso,
encontró que nadie quería hablar con él ¿o no?
Pensó que no lo entendían, que no importaba.
Así, guardó sus sentimientos en una caja.
La caja aún no se abre, él no puede
abrirla, y en estas palabras, salen las pocas
cosas que pueden salir.

Pero ella necesita algo MÁS.

Esto hace la mente humana en estados desesperantes (meses atrás).