No puedo hacerle frente a lo que brota.
Nace, extiende ramas y raíces.
Ni pensar en distinguir mis pisadas.
Lo vengo advirtiendo.
Mucho menos hablar de mis planes.
Qué dicha desdichada...
Siento que vuelo y del piso no me despego.
Te llamo con gritos muy silenciosos que llegan a tu corazón y me dejan tenerte.
Me encierro, te encierro conmigo.En mi crisis me descubro, te encuentro. Hablo por dentro.
Te hablo en secreto.
En la soledad y quietud de la espesa noche, me acompañan tus recuerdos.
De tu existencia yo dependo.
Me convenzo de dejarte ir. Me obligo, me fui.